The Tree of Life. A penas ayer por fin tuve la oportunidad de vivir esta experiencia cinematográfica única. El cine de Terrence Malick se caracteriza por ser siempre profundo y demasiado poético para ser una simple película, su visión va más allá del vano y burdo entretenimiento. Su cine es arte, su visión es compleja pero jamas indiferente, sus obras son experiencias que hay que vivirse al menos una vez. Esta es la raíz, el núcleo, el verdadero arte de hacer cine y no películas.
Dicho eso, sin intención de ser pretencioso, pero The Tree of Life, con solo haberla visto una vez, con solo haber visto la versión editada para cine, se ha convertido en mi película favorita de toda la vida, robandole el lugar a obras de gente como Wenders y Kieslowski.
Desgraciadamente el cine no es para todos, y no por falta de cultura o de entendimiento sino que nustras vidas tienden a ser tan complejas que no nos da espacio ni lugar para apreciarlo como se debe, en su forma natural, visceral y arriesgada. Porque así es El arbol de la Vida, visceral y arriesgada, natural, sin intención, sin bien ni mal. Solo eso. Como la vida. Y como la vida se pone en segundo plano, por temor a lo complejo, nos hundimos en la vacuidad para poder vivir, nos entregamos a la inexistencia para subsistir. Tememos a la muerte porque de pronto descubrimos que jamas hemos vivido realmente, nos olvidamos de vivir, nos rehusamos a vivir, porque no queremos perder tiempo de vida resolviendo enigmas sin respuesta.
Un sin fin de imágenes, palabras de fondo, silencios, resonancias, poesía, pensamientos, la culpa, la pérdida, el amor, la alegría y el sin sabor de la existencia. Eso es The Tree of Life.
Una odisea visual, única, inexplorada, perfecta.
Hay quien la llama sobrevalorada. Yo la llamo incomprendida e inexplorada. Esta no es una película cualquiera, no se ve, se siente, se experimenta. Es hora de quitarse la idea de que todas las películas deben seguir una formula exacta para poder disfrutarse, abre la mente, olvida, visiona.
La única falla que encontré quizás es de locos, pero a mi en lo personal me causo un gran gozo interno, espiritual, intelectual, como lo quieras llamar, que la sentí corta, me quede con ganas de más, espero con ansias una versión extendida que se habrá.
Innovadora, increíble que una película de este tipo se comercialice tan amplia-mente, que cuente con el capital de una gran producción, un enorme riesgo financiero, tomando en cuenta que la mayoría no consume esta clase de cine. Es casi un sueño que sea posible algo así. Una oportunidad única para vivirse.
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